Quemaduras de segundo grado

¿Qué es una quemadura de segundo grado?

Las quemaduras de segundo grado afectan la epidermis y parte de la dermis. El lugar de la quemadura está ampollado y enrojecido, puede doler y estar tumefacto.

¿Cuáles son las causas de las quemaduras de segundo grado?

En la mayoría de los casos, las causas de las quemaduras de segundo grado son las siguientes:

  • Las lesiones por escaldadura
  • Las llamas
  • El contacto breve de la piel con un objeto caliente

¿Cuáles son los síntomas de una quemadura de segundo grado?

A continuación, se enumeran los signos y síntomas más comunes de las quemaduras de segundo grado. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • Ampollas
  • Enrojecimiento intenso
  • El área afectada presenta un aspecto húmedo y brilloso
  • Dolor al tocar la piel
  • La quemadura puede ser blanca o con manchas descoloridas

Los síntomas de una quemadura de segundo grado pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico para el diagnóstico.

Tratamiento para las quemaduras de segundo grado:

Generalmente, el proceso de cicatrización de las quemaduras de segundo grado superficiales dura aproximadamente tres semanas, siempre y cuando se mantenga la herida limpia y protegida. El proceso de cicatrización de las quemaduras de segundo grado profundas puede llevar más de tres semanas. El tratamiento específico será determinado por el médico basándose en lo siguiente:

  • La edad del niño, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
  • La extensión de la quemadura
  • La ubicación de la quemadura
  • La causa de la quemadura
  • La tolerancia del niño a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos

En general, una quemadura de segundo grado que no afecta más del 10 por ciento de la superficie de la piel puede tratarse en forma ambulatoria. El tratamiento depende de la gravedad de la quemadura y puede incluir:

  • Ungüentos antibióticos
  • Cambios de apósitos una o dos veces por día, dependiendo de la gravedad de la quemadura
  • Limpieza diaria de la quemadura para retirar la piel muerta o el ungüento
  • Antibióticos sistémicos, en algunos casos

La limpieza de la herida y los cambios de apósitos pueden provocar dolor. En estos casos, puede ser necesario administrar al niño un analgésico. Además, no debe reventarse ninguna ampolla que se forme.